Visitar Budapest con un bebé

Motivos para viajar Budapest con tu bebé
Visitar Budapest en 3 días
Dónde alojarme en Budapest
Qué comer en Budapest
Consejos para visitar Budapest con un bebé

1. Motivos para visitar Budapest con tu bebé

Si te gusta viajar y conocer ciudades pero este año tienes un bebé y estás dudando si hacerlo, si estás buscando destinos a los que sea cómodo viajar con el bebé o directamente vas a viajar a Budapest…¡Sigue leyendo!

Budapest, la cautivadora capital de Hungría, es un destino que no debes pasar por alto si buscas hacer un viaje en familia. Si quieres conocer una ciudad llena de historia, belleza arquitectónica y una amplia gama de actividades para disfrutar con tu bebé, Budapest es el lugar perfecto por varios motivos:

Ciudad cómoda y accesible para el carrito: Una de las ventajas de Budapest es que muchos de sus atractivos turísticos son accesibles para llevar a tu bebé en un carro. Las aceras son anchas, la ciudad es plana y puedes ir andando con el carrito a cualquier lugar. Podrás llegar a sitios emblemáticos como el Parque de la Ciudad, el Castillo de Buda (Palacio Real), la Basílica de San Esteban y el Bastión de los Pescadores ofrecen senderos y rampas que facilitan la movilidad con tu pequeño.
Termas aptas para familias: Las termas de Budapest son famosas en todo el mundo, y afortunadamente, también son aptas para disfrutar con tu bebé. Nosotros estuvimos en las famosas termas Széchenyi
Espacios verdes y parques infantiles: Budapest ofrece una gran cantidad de espacios verdes y parques infantiles, ideales para que tu bebé pueda disfrutar al aire libre. El Parque de la Ciudad es una visita obligada, con amplias áreas verdes y senderos para pasear
Ambiente acogedor, amigable y seguro: Budapest es conocida por su ambiente acogedor y amigable, lo cual es especialmente importante cuando viajas con un bebé. Los locales suelen ser muy amables y comprensivos, y encontrarás facilidades como cambiadores y tronas en muchos establecimientos.
Los bebés entran gratis a todas partes. No pagan en el avión (Rynair te cobra en torno a 40€. Hay otras aerolíneas que no te cobran nada), ni en las termas, ni en el hotel (no te cobran nada por poner cuna en la habitación), ni en museos, etc.

2. Visitar Budapest en 3 días

Día 1

Nosotros volamos un viernes al medio día y llegamos a Budapest por la tarde. Por lo que realmente solo tuvimos medio día en la ciudad. Del aeropuerto fuimos directos al hotel, dejamos las maletas y nos fuimos a explorar los alrededores.

Nuestro hotel estaba muy bien situado en Pest así que en 15 min. caminando estábamos en el Parlamento. Recorrimos las calles y parques de la zona viendo atardecer a orillas del Danubio. Tomamos algo en la Plaza de la Libertad. Callejeamos un rato y nos encontramos con la basílica de San Esteban y llegamos hasta el mercado Central. La verdad es que es una ciudad segura y bonita, perfecta para pasear sin rumbo fijo. Es muy fácil orientarse y cada pocos pasos te vas encontrando algo.

Terminamos el día en la calle de la Ópera donde cenamos en una terraza muy agradable. Álex, que no se caracteriza por dormir bien precisamente, ese día se durmió en el carrito durante toda la cena por lo que fuimos sin prisa. Llegamos al hotel que estaba a menos de 10 min. del restaurante casi a media noche.

Día 2

Empezamos el día desayunando en el hotel y a las 10:30 ya estábamos en la parada de metro de Kossuth Lajos Tér, junto al Parlamento de Budapest, para empezar el free tour. Hay un montón de empresas que los hacen y todos empiezan en ese punto a las 10:00, a las 10:30 o a las 17:00. Lo ideal es reservar previamente. En cuanto al itinerario, en el free tour visitamos la fachada del Parlamento, los zapatos del Danubio, la Plaza de la Libertad, donde nos hablaron de la Hungría comunista y nos contaron el monumento a las víctimas de la Segunda Guerra Mundial, la Basílica de San Esteban, la plaza Erzsébet y la Gran Sinagoga. Muchas de estas calles las habíamos recorrido la tarde anterior por libre pero siempre enriquece la experiencia que te cuenten la historía de los lugares.

Al terminar el free tour hicimos un descanso para beber algo en una terraza muy chula en el centro llamada Fröccsterasz. Teníamos pensado subir después a la enorme noria de 65 metros de altura, Budapest Eye, que está justo detrás. Fuimos hasta la entrada pero eran las 14:00 y con el calor y el sol pegando directamente en las cabinas de cristal la idea resultaba cada vez menos apetecible. Así que finalmente decidimos irnos directamente a comer.
Comimos justo allí, en el parque de la noria, en la terraza de un restaurante vietnamita que nos gustó mucho y con una relación calidad-precio buenísima.

Reposamos un poco la comida y, desde allí, nos fuimos andando hacia la zona de Buda. El castillo estaba a unos 2,5km. Dedicamos la tarde al Castillo de Buda que, en realidad, más que un castillo, es una ciudad amurallada, y al Bastión de los Pescadores, desde donde las vistas son una auténtica maravilla. Existen también free tours para hacer esta visita pero esa vez preferimos recorrerlo por nuestra cuenta.

Volvimos al hotel caminando y aprovechamos para ver las bellas fachadas de las casas y palacios renacentistas que se conservan en la famosa Avenida Andrássy, donde se encuentran las tiendas más exclusivas como Armani, Louis Vuitton, Dior, etc.

Día 3

Otra vez empezamos el día desayunando en el buffet del hotel. Dedicamos la mañana al Parque Városliget, dentro del cual se encuentran el gran circo de Budapest, el Balneario Széchenyi, el Castillo Vajdahunyad, un pequeño parque de atracciones, un lago en el que, dependiendo de la época del año, se puede alquilar una barca o patinar sobre hielo. Aunque cuando nosotros fuimos lo estaban limpiando y, al no haber agua, no se podía hacer ninguna de las dos cosas.

Primero dimos un paseo por el parque y entramos a los jardines del Castillo donde había puestecitos de artesanía. Vimos también la Plaza de los Héroes. Estábamos pasando bastante calor así que decidimos acortar la visita e irnos directos al balneario Széchenyi donde estuvimos hasta la hora de comer. Es el balneario más grande de Europa y su edificio es espectacular. Tiene 15 piscinas. Aunque las más famosas son las exteriores, tuvimos tiempo de bañarnos en casi todas. No hay edad mínima para entrar y no tuvimos ningún problema para disfrutar con Álex allí. Solo tuvimos cuidado de no bañarnos con él en las piscinas demasiado frías ni demasiado calientes (si te fijas, hay carteles que indican los grados del agua en cada piscina)

Este día fuimos a comer a un restaurante que nos habían recomendado para probar algo de comida húngara. Se llama Menza y hay que reservar porque se llena. Como estaba cerca de nuestro hotel, después de comer fuimos a descansar un ratito y aprovechamos para darnos una ducha y cambiarnos.

Por la tarde salimos a recorrer el barrio judío y a tomar algo por los famosos ruin bars. Empezamos en Szimpla Kert que es, probablemente, el más famoso. Allí estuvimos tomando algo mientras disfrutábamos de la música en directo y Álex se lo pasó genial viendo tantas luces y elementos decorativos. Todas las paredes del local estan llenas de grafittis y arte callejero. En cada una de la habitaciones que tienes el bar podemos encontrar objetos de todo tipo, que seguramente son recicladas de restos que se han encontrado dentro del edificio. Luego entramos a algunos más solo por verlos. De vuelta al hotel paramos a cenar en un sitio de carnes que estaba justo en frente de Menza (donde habíamos comido ese día).

Al día siguiente por la mañana volvimos a Madrid.

3. Dónde alojarme en Budapest

Si te gusta moverte andando, Budapest la ciudad ideal para hacerlo. Solo trata de alojarte en una zona céntrica, en este caso es la zona de Belváros-Lipótváros. Nosotros nos alojamos en el hotel Radisson Blu Béke, súper recomendable en general, y la ubicación nos encantó porque estábamos en una calle principal rodeados de restaurantes, tiendas, etc. y todo quedaba a una distancia razonable caminando. También hay opciones más económicas en esta zona.

Además todo depende del tipo de viaje. Si tienes idea de salir mucho por la noche igual te interesa alojarte en el barrio judío para estar más cerca de la zona de los ruin bars. Por otro lado, los hoteles más caros son los que dan al Danubio. Es muy buena zona y tienes la parte de Buda en frente pero es un área menos animada por la noche y tal vez quede demasiado lejos andando de la zona del Balneario Széchenyi y el Castillo Vajdahunyad.

Aquí puedes ver lo que recorrimos los días 2 y 3 caminando desde el hotel:

4. Qué comer en Budapest

Budapest es una ciudad que ofrece una amplia variedad de opciones gastronómicas, que van desde platos tradicionales húngaros hasta influencias internacionales. La verdad es que nosotros de cocina húngara solo probamos el pato. Con el calor nos apetecían más otras cosas y las opciones para comer, como en cualquier gran ciudad, son amplísimas. No obstante, te vamos a contar cuáles son los típicos platos húngaros por si eres de los que no se puede ir de un sitio sin probar toda su gastronomía:

Goulash: es uno de los platos más emblemáticos de la cocina húngara. Se trata de un estofado a base de carne de ternera o cerdo, cocinado lentamente con paprika, verduras y especias. Aunque es muy popular en Budapest, si no eres fanático de la carne roja, puedes optar por versiones vegetarianas o probar otras opciones en los menús de los restaurantes.
Pato asado: un deleite para los amantes de las aves. El pato asado es otro plato típico húngaro que puedes disfrutar en Budapest. Se prepara asando lentamente la carne de pato para obtener una piel crujiente y jugosa. A menudo se sirve con guarniciones como puré de papas, col rizada y salsa de frutos rojos. Nosotros lo tomamos con risotto de trufa en el restaurante Menza.
Langos: originalmente eran un tentempié callejero aunque los vimos en muchísimos restaurantes. Se trata de una masa frita que se sirve con una variedad de coberturas, como queso rallado, crema agria o ajo. La apariencia es una pizza con masa de churros, vamos, una bomba.
Kürtőskalács: unos cilindros de masa dulce que son uno de los bocados callejeros más populares. Los verás por todas partes. No los probamos pero huelen fenomenal. Hay varias versiones (azúcar, canela, chocolate, crema, coco).

5. Consejos para visitar Budapest con un bebé

Organiza previamente los traslados del aeropuerto al hotel y del hotel al aeropuerto. Aunque leímos que para llegar al centro desde el aeropuerto estaba el autobús 100, al viajar con Álex preferimos organizar el traslado contratando un conductor que nos viniera a recoger al aeropuerto y trajera la sillita de bebé. Así nos asegurábamos viajar cómodos con él y que fuera seguro. No obstante, en España los bebés deben ir a contra-marcha hasta los 15 meses y en Hungría en la sillita que traía el conductor el bebé viaja en el sentido de la marcha. Aún así, es mejor que llevarle en brazos en el autobús. Estos transfers se pueden contratar en booking o en muchas otras páginas de internet, es cuestión de buscar. A nosotros nos costó 25€ el trayecto.
Lleva una sillita que se pueda plegar. Esto te será cómodo para no tener que facturar -aunque en el avión la meten en la bodega, te dejan llegar con ella hasta la puerta de embarque- y por si en algún momento durante las visitas necesitas plegarla. Por ejemplo, nosotros subimos al Castillo de Buda por escaleras: Iñigo llevaba a Álex en brazos y yo subía el carrito plegado. Cómodo y rápido.
Si porteas, lleva la mochila también. A mi siempre me da mucha seguridad llevar la mochila de porteo en la cesta de la sillita por si se cansa y quiere cambiar un poco de postura. Por ejemplo, hicimos medio free tour en la sillita y el otro medio en la mochila.
Si te animas a visitar un Balneario ten en cuenta algunas cosas. Como ya hemos dicho arriba, nosotros fuimos al Balneario Széchenyi que es uno de los más famosos de Budapest. En este en concreto no hay una edad mínima para entrar pero si vas a ir a otro infórmate antes porque en algunos no dejan entrar a bebés ni niños pequeños. Una vez en el balneario a nosotros nos fue muy cómodo alquilar una family cabin por 1.000 florines húngaros (no llega a 3€) para cambiarnos, dejar el carrito y las cosas del bebé muy cerquita de una de las puertas de acceso a las piscinas exteriores.

Aunque en Hungría funciona la tarjeta sanitaria europea, si quieres sentirte más seguro puedes contratar un seguro de viaje. Para unos pocos días en Europa no son nada caros y así sabrás que si te pasa cualquier cosa tienes atención 24h en español y te envían un coche que os lleva directamente al centro de salud/hospital. Aquí te dejamos nuestro descuento para IATI:
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