Nuestro itinerario por Nueva Zelanda en 13 días
1. Mapa del itinerario
2. Ruta por Nueva Zelanda – isla sur
Día 1: Queenstown
Aterrizamos en Queenstown, la ciudad más bonita de Nueva Zelanda, sobre las 12 de la mañana.
Tras un exhaustivo control de equipajes y casi tener un disgusto por una lata de almejas que habíamos olvidado declarar, fuimos a recoger la campervan que teníamos alquilada con Jucy Rentals. Nos dieron la furgo en el propio aeropuerto y, tras revisarla y guardar nuestro equipaje, nos fuimos al centro sin perder tiempo.
Al cabo de 15 minutos estábamos en el famoso Skyline de Queenstown. Se trata de un teleférico (góndola) muy inclinado desde el cual se obtienen las mejores vistas de la ciudad rodeada por los Alpes del sur y el lago Wakatipu.
Una vez arriba, nos tiramos unas cuantas veces en una especie de karts sin motor conocidos como Luge. Es muy divertido y las vistas son increíbles.
La subida en la góndola + el luge nos costó unos 55 NZD (32€) por cabeza.
Nuestro siguiente paso fue ir a dar una vuelta por el centro de Queenstown y cenar en Fergburger, situada en la calle principal. Esta hamburguesería tiene fama de ser la mejor de Nueva Zelanda y, debido a esto, suele tener largas colas en la puerta. Aunque haya que esperar, merece la pena porque ¡Están buenísimas!
Queentown es conocida, entre otras cosas, por las actividades de aventura. Sobre todo, son famosos el bungy jump en el río Kawarau y las lanchas Jetboat en el río Shotover. Nosotros nos quedamos con ganas de hacer parapente sobre el lago Wakatipu.
No hay ningún camping gratuito cerca de Queenstown así que la opción más barata para dormir fue un camping del DOT en Glenorchy (A unos 12km) que nos costó 13 NZD (7,66€) por cabeza.
Día 2: Arrowtown, Wanaka y Mount Aspiring
El segundo día nos levantamos y nos fuimos directos a desayunar a Arrowtown, a una media hora de Queenstown.
Arrowtown, situado en medio de un antiguo valle glaciar, fue un importante pueblo minero en la década de 1860. Allí se filmó la escena de El Señor de los anillos en la que Arwen huye de los Nazgûls llevando consigo a un moribundo Frodo.
Una vez allí, nos preparamos un café calentito y nos lo tomamos contemplando una imagen otoñal que parecía sacada de un cuadro. También paseamos por Buckingham Street, la arteria principal de la localidad donde se encuentran la mayoría de construcciones históricas.
Nuestro siguiente destino fue la localidad de Wanaka, situada a una hora de Arrowtown. Su mayor encanto es el lago que baña la ciudad y lleva su mismo nombre. Es uno de los más grandes del país.
En esta zona hay varios trekkings. Uno de los más famosos es el Roys Peak, aunque no lo hicimos debido a nuestro apretado itinerario.
Dado que no íbamos a ver los famosos glaciares de la costa oeste (Fox y Franz Joseph), decidimos dirigirnos al Mount Aspiring para hacer el trekking de Rob Roy Glacier, situado a 1 hora de Wanaka.
El camino desde Wanaka hasta el inicio del Rob Roy nos encantó. Es más, las vistas por la carretera nos gustaron más que el propio trekking. Los últimos 10 kilómetros se hacen sobre un camino sin asfaltar y hay que ir despacito pero el paisaje es maravilloso.
Respecto al trekking de Rob Roy, el entorno es súper bonito, pero no esperes encontrarte un impresionante glaciar. Son 10km, el camino no tiene gran dificultad y la mayor parte del tiempo tienes sombra. Se trata de un camino de ida y vuelta por lo que vuelves por el mismo lugar por el que has subido.
A la vuelta volvimos a parar en frente del lago Wanaka para ver los últimos rayos de luz y, en cuanto cayó el sol, nos fuimos a buscar un camping para pasar la noche.
Día 3: Lagos Pukaki y Tekapo y Mount Cook
Este día nos levantamos muy pronto para aprovechar la luz todo lo posible. Nuestra primera parada fue el lago Pukaki, a unas dos horas de Wanaka.
Seguro que habéis visto la típica imagen de este lago azul turquesa con las montañas nevadas al fondo. Pues es mucho más impresionante en directo. El lago Pukaki es, directamente, insuperable. Cuando estás allí quieres hacer miles de fotos pero cuando las ves te das cuenta da que no consigues reflejar la belleza real del lugar.
Este intenso color azul que parece irreal se debe a las finas partículas de flúor glaciar que yacen en el fondo del lago.
Siguiendo nuestra nueva rutina, iniciada el día anterior, de desayunar en sitios preciosos, nos hicimos nuestro café contemplando el lago y los Alpes del sur al fondo.
Nuestra siguiente parada fue el monte Cook. Condujimos por una carretera alucinante hasta el parking de White Horse Hill.
Teníamos la intención de recorrer el famoso Hooker Valley Track, pero al llegar al inicio nos encontramos con que este camino estaba cerrado.
Vimos que en este punto (White Horse Hill) también comenzaba otro trekking llamado Mueller Hut Route. No nos habíamos informado sobre este camino pero, ya que estábamos allí, lo hicimos.
El Mueller Hut es un camino duro ya que se trata de una subida muy vertical. Hasta la mitad de camino (Sealy Tarns) el track está equipado con unas escaleras del demonio. Lo bueno es que durante todo el recorrido las vistas son espectaculares. Lo malo es que las agujetas nos duraron cuatro días. Pero no os quiero desanimar. Nosotros subimos y bajamos en unas 5 horas y os aseguro que mereció muchísimo la pena.
La cima de Mueller Hut ofrece una vista de 360 grados que abarca glaciares, acantilados de hielo, rocas verticales y los picos más altos de Nueva Zelanda.
Una vez terminado el trekking, nos fuimos a hacer una comida/cena al lago Pukaki. Disfrutamos un rato más de las vistas y nos pusimos en marcha para llegar con luz al lago Tekapo, situado a unos 45 minutos del anterior.
Día 4: Christchurch y Arthur’s Pass
Fue el día que más tiempo pasamos en la carretera. Nuestra primera parada fue Christchurch.
La mayoría de la gente con la que habíamos hablado nos había dado el mismo consejo: «Os podéis saltar Christchurch».
Cuando llegamos y vimos que, efectivamente, no merecía la pena invertir demasiado tiempo allí decidimos dar una vuelta por el centro y seguir nuestro camino hacia Arthur’s Pass.
Arthur’s Pass, a 140km de Christchurch, es un pequeño pueblo que marca el límite entre la Costa Oeste y Canterbury. Se trata del paso más espectacular de los Alpes del sur. Es una pieza monumental de ingeniería que incluye viaductos, puentes, refugios de roca y cascadas convertidas en toboganes.
Día 5: Punakaiki (Pancakes Rocks), Tauranga Bay y Motueka
Este día también pasamos bastante tiempo conduciendo. Primero, recorrimos la carretera costera hasta Punakaiki. Esta ruta pegada al mar no tiene nada que envidiar a la famosa Great Ocean Road australiana. Es más, diría que las vistas del océano son más espectaculares en la West Coast neozelandesa.
Las Pancake Rocks son el principal reclamo del norte de la costa oeste y se encuentran al sur de la pequeña población de Punakaki.
No hace falta explicar por qué se llaman pancakes (crepes)
En el centro de información de las Pancake Rocks vimos en un mapa que si seguíamos hacia el norte llegaríamos a Tauranga Bay donde, al parecer, había una colonia de focas. Como esta ruta apenas nos desviaba del camino hacia Abel Tasman, nos acercamos a ver si veíamos alguna.
Pasamos el resto de la mañana en Tauranga Bay y vimos más de 20 focas pero nos tuvimos que marchar porque comenzó a diluviar.
Decidimos utilizar la tarde lluviosa para conducir y acercarnos lo máximo posible a Abel Tasman. Llegamos hasta Motueka, a unos 250km de Tauranga Bay, donde pasamos la noche.
Día 6: Abel Tasman y Nelson
Cuando salió el sol nosotros ya estábamos en Marahau, punto de inicio del Abel Tasman Coast Track.
Se trata de un recorrido costero muy fácil que suele durar entre 3 y 5 días. Si no quieres invertir tanto tiempo, puedes hacer un trozo de dos formas:
- La gratuita: Puedes empezar en Marahau, llegar hasta donde quieras y luego darte la vuelta. Es un camino de ida y vuelta. Esta fue la opción que escogimos nosotros. Hicimos unos 12km ya que todavía teníamos agujetas del Mueller Hut.
- Cogiendo un Aqua Taxi: el parque tiene un servicio de Aqua Taxi con paradas por todo el parque . Este te puede llevar o traer para que llegues donde quieras y, sobre todo, para que no tengas que deshacer camino. Miramos los precios y ningún tramo bajaba de los 35 NZD (20€).
En Abel Tasman encontrarás idílicas playas de arena dorada con aguas cristalinas, cuevas, pequeñas bahías rodeadas de bosques tropicales, afloramientos rocosos de piedra caliza y granito, ríos…
Nosotros hicimos la mayor parte del camino sin cruzarnos con nadie. Estuvimos un buen rato en la playa de Apple Tree Bay donde nos dimos un chapuzón. El agua estaba helada pero fue estupendo tener ese paraíso para nosotros solos y secarnos al sol.
Tras la caminata en Abel Tasman y recoger a un par de autostopistas, condujimos aproximadamente una hora hasta Nelson donde pasamos la tarde.
Antes de que cayera el sol avanzamos camino para levantarnos cerca de Picton.
Día 7: Picton y Wellington
Pasamos la mañana en Picton, cuya Bahía nos recordó un poco a Halong Bay en Vietnam.
A las 14:00 cogíamos el ferri para cruzar a la isla norte así que a las 13:00 teníamos que estar listos para embarcar con la furgo.
El ferri entre Picton y Wellington tarda 3 horas y media.
Llegamos a Wellington de noche y nos fuimos directos a dar una vuelta por Cuba street (calle peatonal con edificios históricos llena de restaurantes) donde cenamos.
3. Ruta por Nueva Zelanda – Isla Norte
Día 8: De Wellington al Tongariro National Park
Nuestro primer amanecer en la isla norte fue en la capital. Este día lo utilizamos para llegar hasta el Tongariro National Park, más conocido como Mordor en el Señor de los Anillos.
Aprovechamos para parar en un par de pueblecitos, y hacer compra.
Este día acampamos en medio de la naturaleza, en un lugar llamado Kaimanawa Roadside Camping, a unos 20 minutos del inicio del trekking que haríamos al día siguiente: el Tongariro Alpine Crossing.
Día 9: Tongariro Alpine Crossing y Taupo
El Tongariro Alpine Crossing es el plato fuerte de la isla norte, pues está considerado como uno de los mejores trekkings de un día del mundo.
Se trata de un camino de 20 km en un solo sentido. Por tanto, no terminas donde empiezas.
Aunque se puede hacer en cualquier sentido, lo más habitual es dejar el coche en el parking de Ketetahi (donde finaliza el trekking) e ir hasta el parking de Mangatepopo en un shuttle que cuesta 35 NZD por persona.
Nosotros fuimos en el shuttle de las 7 de la mañana y a las 7:30 empezamos el camino volcánico en Mangatepopo que nos llevaría hasta un cráter activo, fumarolas de vapor, lagos esmeralda y vistas increíbles.
Lo cierto es que en nuestro caso las vistas no fueron tan magníficas. Al ir en invierno, había mucha niebla en las cotas altas. Pero disfrutamos mucho del inhóspito paisaje nevado a -10 grados.
Tras 6 horas de camino, llegamos al parking de Ketetahi donde teníamos la furgo e improvisamos un picoteo con nuestro nuevo amigo Pablo, con quien habíamos hecho todo el recorrido.
Por la tarde noche nos fuimos a Taupo (a unos 45 minutos) donde pasamos la noche.
Día 10: Taupo y Wai-o-Tapu
Pasamos la mañana en Taupo, pueblo con muchísimo encanto donde se encuentra el lago más grande del país. Aquí fuimos a visitar las Huka Falls. La entrada es gratuita y, aunque no es una gran catarata, la fuerza y el color del agua son impresionantes.
Después nos dirigimos hacia Rotorua y pasamos la tarde caminando entre cráteres y lagos humeantes en Wai-o-Tapu, el parque geotermal más grande de la isla.
La entrada cuesta 32,5 NZD por persona y te da derecho a acceder a las tres zonas que lo forman.
Aquí se encuentra una de las estampas mas conocidas de las Isla Norte de Nueva Zelanda, la piscina de Champán, un lago burbujeante a 74 grados centígrados.
Pasamos la noche en Rotorua, a unos 30 minutos de Wai-o-Tapu.
Día 11: Rotorua
Este día lo pasamos entero en Rotorua. Y, aunque la ciudad huele a huevo podrido, es una de las visitas indispensables en la isla norte.
Merece la pena visitar la zona del centro. Cerca del punto de información turística (que, por cierto, es un edificio muy bonito), en las calles peatonales había un gran mercado con puestos de comida de todos los países y música en directo.
Además, nosotros fuimos a Polynesian Spa, un spa de aguas termales entre 37 y 42 grados con vistas al lago. La entrada son 30 NZD por persona y puedes estar todo el tiempo que quieras. Nosotros fuimos entre semana por la mañana y, en muchos momentos, teníamos las piscinas para nosotros solos.
Día 12: Rotorua – Auckland
No nos podíamos ir de Rotorua sin visitar los famosos Blue y Green Lakes, donde pasamos la mañana.
Nuestro penúltimo día avanzamos despacio de camino a Auckland haciendo varias paradas. Dimos una vuelta por Hamilton y acampamos en un camping frente a un campo de rugby llamado Onewhero Domain. Es la zona de acampada gratuita más cercana a Auckland y está bastante bien. ¡Tiene hasta wifi!
Día 13: Auckland
Nos levantamos temprano en Onewhero Domain y nos fuimos directos a Auckland, la ciudad más importante de Nueva Zelanda. Dimos una vuelta por el CBD, nos acercamos al Sky Tower y paseamos por Viaduct Harbour. Pero, la verdad, es que nos pareció una ciudad sosa sin ningún encanto especial.
Un par de horas entre edificios fueron suficiente para nosotros. Así que nos compramos cosas para hacer un picnic y nos fuimos hacia el monte Edén. Aparcamos el coche, subimos andando hasta el crater y disfrutamos de nuestro último rato en el país de los kiwis contemplando la ciudad desde allí.