1. Vive la Habana
La Habana no solo hay que visitarla, la Habana hay que vivirla.
El primer consejo que te puedo dar -y el más importante- es que le dediques tiempo a la Habana. Tiempo para callejear y perderte, para fijarte en los detalles, para hablar con la gente y sentarte en sus plazas.
La Habana te sorprenderá por sus contrastes, sus colores, la música en todas partes, la vida en la calle y la alegría de la gente. Y, si le das tiempo, te seducirá profundamente.
El espíritu de supervivencia y las cicatrices de dos guerras de independencia, de la revolución y del bloqueo son parte del pueblo cubano igual que la hospitalidad y la alegría. Párate a charlar con ellos, abre la mente y deja que te hablen de su realidad -que siempre será más real que la que te cuenten los medios de manipulación en Europa-
La gente hace al lugar
Así que si Cuba es un país único y maravilloso no es por las playas paradisiacas, los coches clásicos o la arquitectura colonial, sino por las personas.
2. Haz el Free Tour por la Habana Vieja (aunque luego la recorras 10 veces más por tu cuenta)
Hemos hecho un montón de free tours en muchas ciudades del mundo y este es el que más nos ha gustado con diferencia.
Fue como si una amiga nos estuviera enseñando su ciudad mientras nos hablaba de su modo de vida y nos contaba muchísimas curiosidades.
Vanesa, nuestra guía, fue genial. Además, nos tocó un grupo muy majo de gente y después del tour algunos nos fuimos juntos a comer y a comentar cómo nos estaba impactando la Habana. Luego estuvimos quedando los días siguientes (¡Cualquier sitio es bueno para hacer amigos!).
3. Para tomar algo…
My mojito in La Bodeguita, my daiquiri in El Floridita
E.Hemingway
Los dos sitios más conocidos de la Habana son los dos bares a los que iba Hemingway:
- La Bodeguita del medio: siempre está lleno de gente y no solo el bar, la calle entera. Aquí lo famoso es el mojito. Aunque seguro que te puedes tomar un mojito igual de bueno en cualquier otro sitio y pagar menos de la mitad.
Antes era una bodega (las bodegas son las tiendas donde los cubanos van a buscar el racionamiento) y en 1.948 se convirtió en un bar-restaurante. Después de la revolución (1.959) permaneció un tiempo cerrada hasta que Salvador Allende en un viaje a Cuba convenció a Fidel para su reapertura.
- El Floridita: este bar se hizo famoso por ser el favorito de Hemingway y por sus daiquiris (6 CUCs). Es muy turístico y el precio es bastante más alto que en cualquier otro lado. A nosotros nos sirvió con entrar a verlo.
Además, te recomendamos estos lugares:
- Fábrica de cerveza en la Plaza Vieja: las jarras de cerveza artesana cuestan 3 CUCs.
- Hotel Inglaterra: en la misma calle que el Capitolio y el Teatro Alicia Alonso, se encuentra este hotel que es el más antiguo de la Habana. Tiene una terraza abajo que suele estar bastante animada. Siempre hay grupos tocando y gente bailando. Por la apariencia puede parecer un sitio caro, pero es más barato que la mayoría de bares de la Habana Vieja.
- Terraza del Hotel Ambos Mundos: este hotel también se hizo famoso por Hemingway. De hecho, la habitación en la que se hospedaba está intacta y se puede visitar por 5 CUCs. Pero lo interesante es la terraza de la azotea ya que ofrece vistas estupendas de la Habana. Subir es gratis y los precios del bar son un poco altos pero tampoco una locura. Aquí nos tomamos un zumo de mango por 3 CUCs.
4. Adéntrate en el barrio Chino y come en La Flor de Loto
La Habana tiene un barrio chino que llegó a ser el más importante de América tras el de San Francisco. Pero la mayoría de los chinos se fueron tras el triunfo de la revolución. De hecho, no te cruzarás con ninguno.
Te recomendamos el restaurante La Flor de Loto, un chino-cubano que oferta una grandísima variedad de platos (más allá de arroz, pollo y pizza) y que triunfa muchísimo entre los cubanos. Aunque hay sitios más baratos, no es caro y los platos son enormes. Nosotros fuimos varias veces a comer y ninguna de ellas pudimos cenar después.
5. Sal de la Habana Vieja
La Habana se divide en tres: La Habana Vieja, Centro Habana y el Vedado. No te quedes solo en la Habana Vieja. Aunque es maravillosa, también merece la pena conocer las otras dos partes.
En Centro Habana verás el día a día de los ciudadanos al margen del turismo, lo que significa que podrás ir andando tranquilamente sin que nadie intente venderte nada y disfrutar de una Habana menos bonita pero más auténtica.
También encontrarás todo mucho más barato. Fíjate en las famosas ventanitas (O come en ellas si quieres ahorrar). Se trata de ventanas de casas o bares desde donde se vende comida y bebida en moneda nacional y son baratísimas.
El Vedado es actualmente una zona residencial donde hay varias cosas interesantes. Te recomendamos que hagas este Free tour por el Vedado para conocer la Plaza de la Revolución, la zona de la Universidad y el Hotel Nacional.
También en el Vedado está la Fábrica de Arte Cubano, un espacio multiusos que es bar/discoteca y galería de arte. Es el sitio al que acudir para ver conciertos y exposiciones. Mucha gente nos recomendó ir pero cuando llegamos estaba cerrada y no abría hasta el mes siguiente así que nos quedamos con las ganas.
6. Pasea por el Malecón al atardecer
Por las tardes, muchos cubanos van a dar un paseo por el Malecón. Las puestas de sol son muy bonitas.
Nosotros, por casualidad, encontramos el bar la Gozadera donde había un concierto de jazz en la terraza. También puedes tomarte un mojito en un balcón y ver el atardecer desde ahí.
7. Acércate al callejón de Hamel
Es una calle de arte afro-cubano bastante psicodélico. Según entres al callejón se te va a acercar alguien para hacerte de guía. Las explicaciones están bien aunque luego te insistirá para que te tomes un negrón que es el cocktail típico del callejón (Sabe a alcoholazo, no lo recomiendo)
Los domingos por la tarde hay conciertos y se llena de gente bailando rumba.
Cerca del callejón, te recomendamos ir a comer a el Biky, un restaurante de precio medio muy popular y con mucha variedad de platos.
8. Si quieres comprar souvenirs…
No compres puros a nadie que te los ofrezca por la calle. Te dirán que es la oferta especial, que es el único día que estarán a ese precio, que si los compras en tal sitio estarás ayudando a una familia cubana… Hay muchos pequeños timos de este tipo al turista.
Si quieres comprar habanos, ron o café, lo más recomendable es que lo hagas en las tiendas del gobierno que tienen los mismos precios fijos en todo el país y te garantizan la calidad de los productos.
9. No te quedes con las ganas de subir a un coche clásico
Si te apetece visitar lugares más alejados del Vedado o Centro Habana, una buena opción es hacerlo en un almendrón (Así es como llaman a los coches clásicos)
Cuando triunfó la revolución en 1959 los estadounidenses que vivían en Cuba se marcharon y sus pertenencias, entre ellas los coches, fueron confiscadas por el gobierno y repartidas entre la población.
Puedes negociar un paseo de unas dos horas donde el conductor te sugerirá varias paradas interesantes por unos 30 CUCs.
10. Visita las playas del este
Hemos conocido gente que viaja con el tiempo justo y no se quiere ir sin catar las playas de Cuba así que se plantean irse un día a Varadero. Esto supone 2 horas de ida y 2 horas de vuelta y no sale barato.
Si estás en una situación parecida, puedes ir a las playas del este de la Habana: Tarará, el Mégano, Tropicoco y Santa María.
La opción más cómoda y barata y es ir en un autobús que en media hora te dejará en la playa. Salen cada 30 minutos frente al Hotel Inglaterra y el precio son 5 CUCs ida y vuelta.